Resumen: Para combatir la contaminación producida por los plásticos que afecta
los mares, investigadores de la Universidad de Cornell desarrollaron un nuevo
polímero capaz de degradarse con la radiación ultravioleta.
“Fue creado un
plástico con propiedades mecánicas necesarias para el comercio de peces, donde
eventualmente, si el plástico fuera perdido en un ambiente acuático, este pueda
degradarse. Eso reducirá la acumulación de ese material en la naturaleza” dice
el investigador Bryce Lipinski, profesor en la Universidad de Cornell.
La pesca
contribuye con mitad de la basura plástica en los océanos. Las redes de pesca
son hechas, por ejemplo, de polipropileno isotático, polietileno de alta
densidad y nylon 6,6, y ninguno de esos polímeros se degradan fácilmente. A
pesar de existir muchas investigaciones sobre plástico degradables, hay un gran
desafío en la obtención de un material con resistencia mecánica comparable al
plástico comercial.
En los últimos
15 años fue estudiado y desarrollado este tipo de plástico llamado óxido de
polipropileno isotático o iPPO. Este material fue descubierto originalmente en
1949, sin embargo, las propiedades mecánicas y fotodegradación de este material
eran desconocidas. La alta isotaticidad (regularidad en la cadena) y la longitud
de la cadena polimérica difiere del material descubierto originalmente en 1949,
ofreciendo mayor resistencia mecánica.
Fue observado
que el iPPO es estable para el uso común, sin embargo, cuando es expuesto a la
luz UV, se “rompe”. Es posible ver ese cambio en el plástico a penas en el
laboratorio y visualmente no parece haber cambiado mucho. La taza de
degradación se da de acuerdo con la intensidad de la luz. En un ambiente de
laboratorio, las longitudes de las cadenas poliméricas se degradaron en un cuarto
de la longitud original luego de 30 días de exposición.
Referencia:
Bryce M. Lipinski, Lilliana S. Morris, Meredith N. Silberstein, Geoffrey W. Coates. Isotactic Poly(propylene oxide): A Photodegradable Polymer with Strain Hardening Properties. Journal of the American Chemical Society, 2020; 142 (14): 6800 DOI: 10.1021/jacs.0c01768
Reddación: Nathielle Harka